EL INEFABLE TIEMPO
Desgana, hastío, absoluta indiferencia.
Ya nada se siente como antes, ya no te interesan las pequeñas cosas que antes te apasionaban y adorabas.
No puedes dormir por las noches, te cuesta levantarte por las mañanas, pero lo intentas, sigues haciéndolo por qué sabes que debes conservar al menos una mínima parte de lo que eras, de lo que alguna vez fuiste.
No quieres crecer, ser adulto no es para ti, te dices, se lo comunicas al mundo pero en el fondo sabes que el síndrome de Peter Pan es para todos por igual, no es solo cosa tuya. Te alegras, ser adulto no es para nadie, todos, absolutamente todos, deberíamos seguir siendo niños.
Conservar esa inocencia, conservar esa felicidad.
Comentarios
Publicar un comentario